2. POBLACIÓN
-ESTADÍSTICAS DE POBLACIÓN
Nacimientos por edad de la madre
- IDIOMA
Demográficamente el árabe y el francés son las lenguas con más hablantes potenciales y las más extendidas en el continente. Las lenguas autóctonas de África con el mayor número de hablantes son el suahili (90 millones de hablantes), el oromo (70 millones), el hausa (40 millones) y el amhárico, todas ellas con un buen número de hablantes para los cuales es su segunda lengua y no su lengua materna (estas cuatro lenguas se usan ampliamente como lingua franca en sus respectivas áreas de influencia). Las lenguas europeas más extendidas son el francés, el inglés y el portugués, generalmente utilizados por las administraciones postcoloniales y las clases urbanas. A continuación existe un grupo de cerca de 20 idiomas étnicos con entre 1 y 20 millones de hablantes como: (de norte a sur) el wólof, manding (mandé), ewe, fon, yoruba, igbo, lingala, shona, setsuana, xhosa, malgache, etc. Otros idiomas minoritarios son el afrikáans y el español, de origen europeo, y otros autóctonos como el bereber. Los idiomas africanos y oficiales en sus respectivos estados son: el amárico hablado en Etiopía, el somalí en Somalia, el suajili en Kenia y Tanzania, el setsuana en Botsuana, el afrikáans en Sudáfrica y Namibia (junto con el inglés), y el malgache en la República de Madagascar (junto con el francés).
Las lenguas africanas autóctonas pertenecen a cuatro grandes grupos:
-Las lenguas afroasiáticas que la gran mayoría de lingüistas considera una familia lingüística (aún cuando existe discusión sobre la relación de los grupos internos, el origen de la misma y numerosas características del protoafroasiático).
-Las lenguas Níger-Congo, que es aceptada como familia, aunque algunos lingüistas han planteado dudas sobre si en realidad agrega a diversas familias genuinas o si determinados grupos deben considerarse parte de esta familia o familias independientes.
-Las lenguas nilo-saharianas, que también mayoritariamente se considera una familia lingüística, aunque parece mucho más diversa que las otras dos, y existen muchas incertidumbres sobre los detalles internos.
-Las lenguas khoisanas (joisanas), poco numerosas y concentradas en el extremo suroccidental de África. La opinión mayoritaria es que no forman una auténtica familia sino la evolución posterior de familias originalmente independientes que sobrevivieron a la expansión de las lenguas Níger-Congo y que guardan ciertas características tipológicas compartidas como la ocurrencia de clics. Algunos pocos autores consideran que en último término la mayor parte de las lenguas joisanas tiene un origen común, aunque esta opinión ha sido ampliamente criticada, o al menos la idea de que pueda reconstruirse un protojoisán común a partir de la evidencia proporcionada por estas lenguas.
Considerado por muchos como el origen de la humanidad, África tiene 54 países independientes, con aproximadamente 3.000 grupos étnicos distintos. Sin embargo, el 70% de su población vive con apenas 2 dólares diarios, muriendo millones anualmente por hambruna o enfermedad. Lo que contrasta, con una biodiversidad sobrecogedora, llena de maravillas naturales, como el río Nilo, las cataratas Victoria, el desierto del Sahara, el monte de Kilimanjaro y la isla de Madagascar.
Los centros urbanos africanos más importantes son El Cairo, Argel, Casablanca, Lagos, Addis Abeba, Johannesburgo y Ciudad del Cabo. Los cuales constituyen polos de atracción para población migrante, ya sea como habitantes permanentes o trabajadores temporales.
La cultura de África cuenta con personalidades como Nelson Mandela, Roger Milla, Albert Camus, Cesária Évora, Sade, Yayá Touré.
RESEÑA HISTÓRICA DE LA CULTURA DE ÁFRICA.
La historia de la cultura de África es compleja, debido a los eternos conflictos entre los diferentes grupos étnicos. Caracterizándose los siguientes períodos:
Antiguo.
Surge a orillas del Nilo, el primer gran estado centralizado conocido como el Imperio del Antiguo Egipto. Pero su prosperidad, en términos agrícolas, fue objeto de invasiones militares persas, greco-macedonias, romanas y musulmanas. Finalmente los romanos colonizaron el norte de África, extendiendo el cristianismo por toda la región. Mientras que en el resto del continente, la comunidad agrícola bantú se expandió desde Nigeria hacia toda África subsahariana.
Medio.
En el siglo VII, se produce una considerable migración árabe de la etnia bereber hacia el norte del continente. Este hecho hizo posible la expansión del Islam hacia el suroeste, a través del desierto de Sahara, originando el Imperio Songhai. Igualmente su difusión alcanzó la costa este, floreciendo colonias de la cultura suajili como mombasa, malindi y sofala.
Moderno.
Durante esta etapa se intensifican los contactos con Europa e India, especialmente el área subsahariana. Existiendo importantes rutas comerciales por el océano Índico con Asia meridional y la Península Arábiga.
Por otra parte, el ascenso del Islam generó el aumento del comercio de esclavos, sin embargo, esta doctrina tenía poca influencia en las regiones boscosas del occidente africano, donde se originó la etnia yoruba.
Contemporáneo.
Los europeos se establecieron en el continente en el siglo XIX, a través de la revolución industrial. Apareciendo el colonialismo como doctrina de desarrollo, aunque la misma fue impuesta con la fuerza militar. Posteriormente, Alemania, Francia, Gran Bretaña y otras potencias se repartieron las tierras, sin tener en cuenta la composición étnica de cada región, causando interminables conflictos entre los diferentes grupos. Actualmente muchos países han logrado su independencia.
RASGOS DE LA CULTURA DE ÁFRICA.
Aunque en la cultura de África cada etnia tiene sus propias costumbres, hay aspectos que la identifican, veamos cuales son.
Una costumbre muy tradicional de la cultura de África es la lobola, algo muy similar a la dote, donde el novio le paga al padre de la novia una recompensa por la pérdida de su hija. Antiguamente ésta se pagaba con ganado, pero hoy en día, las parejas modernas lo realizan en efectivo. La lobola, manifiesta la unión de dos familias, e igualmente la capacidad económica del novio para mantener a su esposa.
Las bodas se realizan en noches de luna llena, debido a que consideran de mal augurio casarse cuando la luna no brilla. Las celebraciones duran días, a las cuales los padres de la novia no asisten por la tristeza que les embarga.
También es común la práctica de la poligamia por parte del hombre, cuyas esposas comparten las responsabilidades del hogar. En este sentido, los africanos piensan que la poligamia reúne a más familias y profundiza el bienestar en los demás.
Un rito habitual de la cultura de África es la circuncisión de varones, costumbre que varía de cada tribu. Generalmente se extiende por varios meses, y al varón se le prohíbe quejarse, hacerlo es una conducta de cobardía. Si la intervención se complica, la víctima es abandonada por sus familiares, ya que consideran que es un castigo o es demasiado débil para ser hombre.
Adicionalmente, en la cultura de África las tradiciones se transmiten por vía oral de generación en generación. Muchas de ellas están contenidas en leyendas o historias entretenidas de espíritus o animales, que sirven para enseñar valores morales y de supervivencia.
PRINCIPALES GRUPOS ÉTNICOS EN LA CULTURA DE ÁFRICA.
Precisamente la variedad étnica caracteriza a la cultura de África, que por una parte, se separan en dos grupos.
Al norte se encuentra el África blanca que está compuesta por los pueblos de raza mediterránea de Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Níger, Sáhara Occidental, Malí, Egipto, Argelia, Chad y Mauritania.
Mientras que al sur se ubica el África negra o subsahariana, que comprende un 85% del total del territorio.
Por otra parte, dentro de cada región, y más específicamente, en cada nación hay diferentes grupos étnicos. Entre algunos de ellos están:
Mursi.
Son oriundos de Etiopía, muy conocidos por pintarse el cuerpo con tiza blanca para expresar su estado ánimo. Las mujeres se colocan platos de arcilla en sus labios u orejas y los hombres adornan sus cuerpos con escarificaciones para ejemplarizar el valor guerrero. Dedicados a la cría del ganado y la agricultura, son considerados un grupo muy violento.
Zulú.
Asentados en Sudáfrica, Mozambique, Zimbabue y Zambia, se distinguen por su particular manera de bailar temblando. Los hombres de la comunidad practican la poligamia, y cuantos más hijos tengan, más prestigiosos son sus clanes familiares.
Tuareg.
Llamados los hombres azules del Sahara, porque sus atuendos se diferencian del resto de los pobladores del desierto. Normalmente son un pueblo nómada compuesto por grandes clanes familiares que practican el islamismo con creencias animistas.
Dinka.
Procedentes de Sudán del sur, específicamente a ambas orillas del río Nilo, representan la etnia mayoritaria de ese país, dedicándose a la actividad pesquera, ganadera y agrícola. Estando divididos en una veintena de grupos sin clases sociales y con líderes en cada uno de ellos, son reconocidos por su enorme estatura. Adicionalmente las mujeres se visten con piel de cabra de la cintura para abajo y los hombres se tiñen el pelo de rojo.
LAS CREENCIAS EN LA CULTURA DE ÁFRICA.
Conforme a las estadísticas, los africanos profesan una amplia gama de creencias religiosas, encabezada por el cristianismo con un 46% y seguida por el islamismo con un 40%. El resto ejerce otras religiones indígenas autóctonas, o creencias como el hinduismo y el judaísmo.
Pero abordando la realidad, las principales religiones se encuentran mezcladas con los dogmas tradicionales de la cultura de África. En efecto, se cree en la existencia de espíritus buenos y malos que pueden proteger o causar infortunios. Para comunicarse con estos entes, existen profesionales llamados médiums, quienes en estado de trance, logran que un alma tome su cuerpo, con ello pueden manifestarse e incluso profetizar.
Algunas religiones de la cultura de África, como la yoruba, creen que una persona tiene tres espíritus, conforme a esto:
- Emi, significa aliento, representa la fuerza vital que mantiene vivo al hombre y se encuentra en el corazón o pulmones.
- Ojiji, es una sombra que sigue a su dueño y espera su regreso al cielo cuando muera.
- Eleda, expresa un espíritu que debe ser alimentado por sacrificios.
LAS MANIFESTACIONES DE LA CULTURA DE ÁFRICA.
África posee una multitud de manifestaciones de acuerdo al estilo de cada grupo étnico. Estas incluyen esculturas, tejidos, pinturas, cerámicas, joyas, máscaras, que varían según las creencias, valores y costumbres. Pero aun así se pueden destacar las más usuales.
Gastronomía.
La mayoría de los platos de la cultura de África incluyen cereales, verduras y productos cárnicos. Pero el plato más común se elabora a base de maíz, cambiando el nombre de acuerdo a cada región, como ugali, sadza, nsima, touzafi, ubgali.
Música y danza.
manifestaciones de la cultura de África Musica y DanzaConstituye la principal tradición de la cultura de África, a lo largo y ancho de todo el continente. En este sentido, al ser el lenguaje africano de tonos, repercute muchísimo en las melodías y ritmos musicales. Acompañados con distintos instrumentos de percusión, entre los cuales están los tambores, campanillas, laúd, flauta o trompeta.
Todos estos elementos anteriores se prestan para la ejecución de la danza de la cultura de África, una expresión donde se utilizan máscaras, trajes, pinturas corporales, gestos y movimientos del torso o pies.
Cerrando, se puede concluir que la cultura de África nos brinda ricos matices de expresiones apasionantes y autodeterminación.
4. PAISES, CIUDADES Y SITIOS QUE QUIERAN CONOCER Y PORQUE
ETIOPÍA
Etiopía no es solo uno de los países más bonitos de África, sino que además tiene el honor y el orgullo de ser el único que jamás fue colonizado por una potencia europea.
A finales del siglo XIX, los europeos debatían, en la Conferencia de Berlín, cómo se repartirían los distintos territorios africanos. Su único fin era expoliar todas las riquezas naturales de aquellas tierras gobernadas por tribus fragmentadas y menos desarrolladas tecnológicamente. Trazaron un mapa que fue el origen de muchos de los problemas que África sufre hoy. Agruparon en países inventados a enemigos ancestrales.
No pudieron hacer eso con Etiopía.
Pueblo aguerrido, guerrero y orgulloso, los etíopes conocían su territorio a la perfección. Un país donde las montañas que superan los 4.000 msnm son habituales y conviven con un desierto de temperaturas extremas, verdes valles y una tradición e historia milenaria que es digna de la pluma del mejor escritor de ficción. Como los galos de Astérix, se convirtieron en inconquistables y derrotaron y expulsaron a árabes, ingleses e italianos.
Mejores lugares que ver en Etiopía
Etiopía posee algunos de los lugares más bonitos que ver en África. A sus bellezas naturales se suman las históricas y arquitectónicas.
El mejor momento para ver Etiopía en su esplendor natural es de octubre a diciembre, al final de la temporada de lluvias.
Las montañas Simien conforman el techo del país. En un ambiente escaso en oxígeno, crece la extraña lobelia gigante y monos y cabras salvajes se pasean haciendo caso omiso del hombre. Fantásticos cañones de formas imposibles en el que destaca el Ras Dashen, el pico más alto de Etiopía (4.543 msnm).
En el extremo opuesto se encuentra la depresión del Danakil, donde la tierra arde a temperaturas que casi alcanzan los 50 grados y la lava se revuelve en el corazón del lago volcánico Erta Ale.
Algunas de las tribus del Valle del Omo siguen viviendo alejados de los avances tecnológicos, aunque hay otras que han convertido la experiencia de una visita en un circo fotográfico. Para que esto no te ocurra, lo mejor es visitarlas con un local de confianza.
Otras montañas salvajes son las Bale. Paraíso de verdor y vida cuya puerta de acceso, Dodola, también ofrece trekkings pletóricos.
Las fuentes del mítico Nilo Azul las encontrarás cerca del sagrado Lago Tana, en Tis Abay.
Los amantes de la cultura deberán visitar uno de los lugares más bonitos de África, Lalibela. Situada en el norte del país, a 2.500 msnm y de difícil acceso por carretera, Lalibela fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por sus iglesias milenarias excavadas en la roca. Y es que la mayor parte de Etiopía es cristiana copta y tiene una historia en la que la Reina de Saba, el Rey Salomón y el Arca de la Alianza son piezas fundamentales. Como te dijimos: prácticamente insuperable hasta para el mejor narrador de ficción.
No lejos de allí, se encuentra la real Gondar, con castillos del siglo XVII al estilo europeo que reflejan los sueños de grandeza del rey etíope Fasilides.
En la ciudad árabe de Harar, en la zona este del país, podrás disfrutar de algo extraño en estos días: árabes y cristianos viviendo en total armonía. Es la única ciudad de Etiopía que mantiene el encanto de la estructura callejera árabe. Buen lugar para inspirarse y relajarse, como bien supo el poeta francés Rimbaud, que vivió allí.
Aunque caótica y sucia, la capital del país, Addis Abeba, está muy viva. Los etíopes son gente espectacular, y no debes temer relacionarte con ellos, tanto aquí como en las zonas agrícolas.
Si te apetece darte un baño, los lagos de la zona de Awassa son tu mejor opción. En definitiva, uno de los mejores países de África en el que te recomendamos que trates con su gente: noble, hospitalaria, fuerte, bella y orgullosa.
Mozambique
Expoliado hasta la saciedad por los colonizadores portugueses, y desangrado por una Guerra Civil que duró hasta finales del siglo XX, Mozambique ha conseguido levantar la cabeza y recuperar la alegría de un pueblo que combina el carácter latino con el africano.
Muy poco trillado por viajeros independientes, Mozambique es un paraíso en el que solo encontrarás a gente local y lo reconocerás como uno de los mejores países de África. Hablar algo de portugués – o portunhol – te abrirá muchísimas puertas.
Mejores lugares que ver en Mozambique
Mozambique es un país de morfología alargada que ofrece muchos lugares destacados que visitar, convirtiéndolo en uno de los países más bonitos de África.
Su capital, Maputo, como casi todas las grandes urbes africanas, tiene un aire decadente y sucio, pero si rascas en su superficie, encontrarás algunas joyas. Los fuertes coloniales portugueses se mezclan con la mejor vida nocturna del sur de África. Nadie baila y se divierte como los mozambiqueños. Compruébalo en Coconut, el club más exclusivo de la ciudad, o bares como Mama Africa.
La costa mozambiqueña, bañada por el océano Índico, es de las más bellas de África.
Aunque la mayoría de los pocos mochileros que vienen por aquí eligen Tofo como base de operaciones, te aconsejamos que te alojes en el pueblo pesquero de Vilanculos. Desde aquí podrás visitar el magnífico archipiélago de Bazaruto, cuyas aguas de cien mil distintos tonos de azul están plagadas de vida submarina. Las islas, una mezcla de dunas y zonas verdes, son también bellísimas. Aquí podrás bucear junto a los inmensos tiburones ballena.
El otro bonito archipiélago del país es el de Quirimbas, situado en el extremo norte.
En las montañas del interior de Gurué encontrarás la Mozambique animista. Aquí apenas se habla portugués y los hechiceros tendrán que rezar para alejar a los espíritus de la cima del sagrado Monte Namuli – que con sus 2.419 msnm es la segunda cima más alta del país – cuando quieras coronarlo.
En el norte, la Isla de Mozambique tiene el dudoso honor de ser el primer asentamiento europeo en África. El navegante portugués, Vasco de Gama, arribó a sus costas a finales del siglo XV y dejó una guarnición de soldados. Con el tiempo, llegaron los fuertes – como el de São Sebastião -, iglesias y mansiones coloniales. Fue capital del país durante muchos años, pero finalmente quedó como reducto de la alta clase colonial portuguesa y, tras su éxodo del país, todos los edificios fueron abandonados. Sin embargo, su aspecto decadente le confiere un gran atractivo y la isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991.
Moverte por Mozambique es lo mejor del viaje. En las chapas – furgonetas de transporte colectivo que recorren todo el país – conoces a gente que siempre está dispuesta a curiosear sobre tu vida mientras se ríen de casi todo. Además, son duros trabajadores del campo y los niños – de los que verás miles por todos lados – le dan un aire de País de Nunca Jamás.
Malawi
Un país que tiene más de un tercio de su territorio ocupado por un gran lago, tiene muchas papeletas para ser un lugar tranquilo y sin sobresaltos.
El lago Malawi es la fuente de vida de esta antigua colonia británica que ahora vive, fundamentalmente, del turismo. Además, el coste de la vida convierte a Malawi en uno de los mejores países de África en cuanto a la relación calidad/precio.
Mejores lugares que ver en Malawi
Sin duda, el lago Malawi – Nyasa en lengua nativa – es uno de los lugares más bonitos que ver en África. Sus aguas se extienden por Malawi, Mozambique y Tanzania, encontrándose la mayor parte en Malawi.
En sus distintas orillas encontrarás varios resorts. En las aguas del Malawi podrás bucear, montar en lancha, hacer windsurf o recorrer sus islas en kayak. Un buen lugar para descansar y disfrutar de la naturaleza.
Otro lugar de belleza natural es el Parque Nacional de Liwonde. En sus 550 km² de superficie puedes contemplar más de 400 especies de aves, elefantes, hipopótamos, cebras e incluso grandes felinos (aunque estos son más esquivos). También puedes visitarlo en barca y vivirlo de cerca alojándote en tiendas de campaña entre gigantescos baobabs, en el Liwonde Safari Camp. Frederik, su dueño holandés, es un personaje que te podrá enseñar mucho sobre la vida en África.
Marruecos
A pesar de su cercanía, Marruecos sigue teniendo ese halo de lugar misterioso que tanto atrae a los viajeros que buscan algo diferente.
Una combinación perfecta de bellos paisajes, olores, tradiciones, aventura, buenos precios y gastronomía que le convierte en uno de los mejores países de África.
Los mejores lugares que ver en Marruecos
Marruecos es una gran combinación de paisajes muy diversos. Para poder descubrir un poco de cada uno, lo mejor es realizar una ruta en coche.
La ciudad de Marrakech te sumirá en un mundo de fragancias y colores. La plaza de Jamaa el Fna, la mezquita Kutubía o el Palacio de la Bahía son algunos de los muchos atractivos de una de las ciudades más embriagadoras de África.
Desde Marrakech puedes cruzar en coche el Atlas Central. Entre los pliegues rocosos de estas poderosas montañas, viven personas endurecidas por la naturaleza y que aún se dedican a la ganadería y agricultura. Lugares como el valle de Ourika, Ouarzazate y Ait Ben Hadu te servirán para conocer el modo de vida de la Marruecos profunda.
Admira las estrellas paseando por las dunas del desierto de Erg Chegaga en las noches de cielos claros.
Y otra arena distinta, la de las playas de Essaouira, te acogerá en una costa atlántica prácticamente virgen, donde surfistas y hippies viven la vida a otro ritmo.
A un par de horas de vuelo de España, tienes uno de los países más bonitos de África.
Sudáfrica
Por último, vamos a incluir un país que quizás no es tan barato ni sencillo para viajar, pero es de los más occidentalizados de África y merece la pena incluirlo por su belleza natural, diversidad de paisajes y potente historia reciente.
Nelson Mandela fue el héroe, no sólo de Sudáfrica, sino de la población negra de casi todo el mundo. Adentrarse en el país en el que luchó contra el sometimiento y las injusticias de los blancos es una aventura que te acaba tocando lo más profundo de tu ser.
Los mejores lugares que ver en Sudáfrica
Ciudad del Cabo
Es una de las ciudades más inspiradoras y vigorizantes de África. Tiene una energía especial. A poca distancia de allí se encuentra el Cabo de Buena Esperanza, la punta más meridional del continente negro. Y eso parece notarse. La fuerza de la naturaleza asciende desde el sur y llega hasta Ciudad del Cabo, escalando hasta la cima de su famosa montaña en forma de mesa – la Table Mountain – para después esparcirse ladera abajo hasta llegar a las playas.
Johannesburgo
Sí que es una ciudad peligrosa y quizás solo deberías pasar por ella para conocer Soweto, el suburbio donde se crió el gran Nelson Mandela.
En cuanto a las bellezas naturales, son muchas las que tiene Sudáfrica, uno de los países más bonitos de África.
Destaca el Parque Nacional Kruger**, una de las mayores reservas de animales de África y la más importante de todo su cono sur. Aquí podrás encontrar los famosos Big Five: león, elefante, búfalo, rinoceronte y leopardo. Pero también cebras, gacelas, hipopótamos, cocodrilos, waterbucks y muchos más. Es una experiencia inolvidable. Una de esas cosas que tienes que hacer, aunque no sean precisamente baratas.
Si eres amante de la montaña tendrás que explorar la cadena montañosa de las Drakensberg*, mientras que si eres más de playa podrán recorrer la bonita costa que lleva del Cabo de Buenas Esperanza a Port Elizabeth.